Aunque su primer amor fue el marketing, su metodología es ahora una mezcla de estrategia, desarrollo personal, liderazgo y espiritualidad. En sus mentorías, Laura se aleja de los cuentos del éxito inmediato y habla de perseverancia, esfuerzo constante y acción focalizada.
Su enfoque multidimensional de los negocios y de la vida ha conseguido atraer a quienes quieren hacer crecer sus negocios, pero terminan transformando su forma de pensar, rompiendo con sus limitaciones sobre lo que es posible y despertando en ellos una genuina sensación de merecimiento.
Aunque la han llegado a llamar comadrona de estrellas, ella se siente más bien alquimista de la vida y activadora del cambio, ayudando a las personas a reconectar con su propia sabiduría y a reclamar su felicidad.