Empecé este negocio en el 2011 sin saber que terminaría siendo una empresa. Había cerrado un negocio y estaba llevando la comunicación de una ONG cuando decidí hacer un curso de community management donde uno de los ejercicios era empezar un blog. “¿Un blog yo? ¿De qué? Se han vuelto locos”. Pero lo empecé, con un nombre que jamás confesaré. Al poco tiempo decidí apostar por mi marca personal, estudié un postgrado en marketing online y empecé esta plataforma que ahora ves.
Por esa misma época me mudé a Alemania por amor con una mano delante y otra detrás, totalmente endeudada. Allí viví un par de años, donde compaginé el trabajo en un museo con mi negocio incipiente. Tardé al menos dos años y medio en vivir completamente de mi negocio.